Morir es tan difícil como inevitable. También para los que sobreviven El primer día que tuve
que limpiarle el culo a mi padre me mentí diciéndome que era igual que cuando se lo limpiaba a
mi hijo: venga Carmen que es lo mismo va Carmen que es tu padre venga mujer que ese
hombre te limpió el culo a ti. Me lo repetía como quien está a punto de correr para darse
impulso y saltar. Es lo mismo Carmen. Hazlo ya. Pero no. No es lo mismo. Si Pedro Simón fuera
un panadero diríamos que la masa madre de sus novelas son las relaciones familiares. Un
ingrediente aparentemente sencillo y abundante pero absolutamente fundamental en la historia de
la literatura. Tras ganar el Premio Primavera de novela con Los ingratos una historia que ha
conmovido a decenas de miles de lectores volvió a apuntar al corazón con Los incomprendidos.
Sin que se nos haya aflojado el nudo en la garganta el autor nos ofrece ahora su novela más
difícil pero también más universal: ¿cómo se enfrentan los miembros de una familia a la
inevitable decadencia y muerte de sus mayores?