El pequeño naranja vive felizmente con sus padres con mamá rojo y papá amarillo hasta el día
en que su madre le dice que el padre pronto vivirá en otro apartamento porque los padres se
están separando. La casa cambia cuando el padre se muda. El pequeño naranja lo anhela tanto que
ya no brilla de naranja sino que se vuelve rojo extraña a papá amarillo. Sólo cuando la madre
lo consuela y piensan juntos en lo que puede ser beneficioso para el niño el pequeño naranja
se recupera. Al acercarse el primer fin de semana de visita el niño disfruta del día con su
padre pero cuando se acuesta en la cama por la noche tiene de nuevo ese sentimiento pesado en
su corazón extraña a mamá rojo. ¿Él también será capaz de ayudar a su hijo?