Teresa Anglada ve cómo su vida de periodista de éxito se desmorona cuando su hija Jimena
desaparece en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid sin dejar rastro. Presa del pánico Teresa
tarda en caer en un detalle: su hija ha desaparecido un 21 de diciembre el mismo día que lo
hizo su padre en 1970. Lo que todavía no sabe es que una de sus antecesoras murió en ese mismo
lugar sesenta y siete años atrás cuando el museo era el Hospital Provincial de Madrid si bien
nunca se encontró su cadáver.