Juan Belmonte vive en el sur de Chile frente al mar llevando una vida sencilla y casi anónima
acompañado de algún amigo insobornable y de sus recuerdos de viejo guerrillero que ha trabajado
también como agente y ha aceptado encargos de algunos de sus viejos mandos. Después de dar con
las monedas de oro que evadieron unos nazis de la prisión de Spandau Juan Belmonte recibe una
llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso en el Chile de Bachelet.