A mediados de los 90 Thomas Brussig sorprende a la crítica con Helden wie wir una novela
política con medios sexuales. La obra del autor atestigua un nuevo sentir a nivel social
personal y literario que sustenta un relevo generacional pues reacciona contra una generación
de padres e intelectuales que fracasó en su compromiso social. En este contexto Brussig exige
una revisión de los pilares del debate en torno a la Unificación que provoque un enfrentamiento
sincero a la propia culpa en el sistema de la RDA como requisito para afrontar los retos del
presente. Su obra clave Helden wie wir parte de modelos literarios angloamericanos y aborda
estos temas a través de un entramado alegórico y grotesco encauzado a la desmitificación tanto
de las supuestas bondades del sistema como de la Unificación como acto heroico para revelar
que el socialismo de la RDA fue un sistema perverso y que todos sus ciudadanos contribuyeron a
sus 40 años de existencia.