El discurso político no es hoy un objeto de estudio novedoso aunque no por ello su campo ha
sido completamente discernido de hecho incluso el concepto discurso político podría
incardinar cierto pleonasmo pues ¿qué discurso escapa realmente a la naturaleza política de
las interacciones humanas? ¿cuál de las formas políticas que practica una comunidad escapan de
lo discursivo? En rigor no hay hecho político que prescinda de la discursividad que lo
significa y que lo realiza del mismo modo en que no hay discurso que no tenga una dimensión
política. Este libro es producto del seminario de investigación constituido a partir del I
Coloquio De la emoción a la lógica en el discurso político evento celebrado entre el 21 y el
23 de septiembre de 2022 como parte del proyecto Ethos logos o pathos: análisis retórico de la
argumentación política (Conahcyt México 2022). En dicho seminario se discutieron diferentes
aspectos del discurso político inicialmente a partir de una perspectiva retórica centrada en
la argumentación y desde presupuestos clásicos porque en definitiva ¿es conveniente un
análisis del discurso de espaldas a los conceptos retóricos de la Antigüedad? La decadencia
actual de la política en el mundo occidental así como las turbulentas realidades que viene
produciendo avalan la vigencia y la necesidad de los estudios retóricos del discurso político
porque la retórica es una disciplina que a lo largo de los siglos ha recogido en sus reglas y
en sus técnicas una experiencia considerable de construcción discursiva de lo público que bien
se puede poner al servicio de la identificación por ejemplo de las escasas formas en que
pervive en la actualidad la argumentación lógica del creciente papel del autoritarismo así
como es posible a partir de ello calibrar los efectos del odio discursivo no necesariamente
para contrarrestarlo con un odio a contrapelo sino para subvertirlo mediante la educación o
para emplearlo con mejor tino en las tribunas en las que se tejen los destinos de los pueblos.
Pues aunque es verdad que la ira y el odio son emociones universales que pueden tener funciones
evolutivas o adaptativas el odio discursivo y las distintas formas de manipulación emocional
se han vuelto mecanismos violentos y recurrentes de imposición cotidiana del poder de modo que
cuando un discurso se recibe desde la emoción y no admite réplica o contrargumento se podrían
terminar minando las bases racionales de la sociedad.