La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de
la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: sólo ella le dice
tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigación en
la que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid no consigue avanzar.