Maribel ha terminado sus estudios en Madrid y no encuentra su sitio en un país que no le ofrece
ninguna alternativa laboral ni vital. Esta situación unida a un desengaño amoroso la lleva a
la localidad francesa de Lille donde lucha como una auténtica samurái contra las dificultades
que supone empezar de nuevo en una ciudad de la que apenas conoce el idioma.