Barcelona 1968. Rufo Batalla recibe su primer encargo como plumilla en un periódico: cubrir la
boda de un príncipe en el exilio con una bella señorita de la alta sociedad. Coincidencias y
malentendidos le llevan a trabar amistad con el príncipe que le encomienda entre otras cosas
escribir la crónica de su peculiar historia.